-Origen y propagación del coronavirus
-El caso de Italia y España
-Colapso del sistema sanitario
¿Qué es coronavirus?
Los coronavirus son una extensa y antigua (desde hace millones de años) familia de virus. Se llaman así porque la superficie del virus tiene puntas en forma de corona. Ellos se dividen en dos grupos: los Orthocoronavirinae (más comúnmente llamados coronavirus) y los Letovirinae. Hay innumerables tipos de ellos, sin embargo, no todos los coronavirus infectan a los humanos. Muchos de ellos solo producen un tipo común de resfriado.
Para los humanos existen siete tipos de coronavirus conocidos que pueden infectarnos. Cuatro de ellos generalmente provoca un resfriado común y son potencialmente más graves en personas inmunocomprometidas. Los restantes que se conoce que infectan a humanos son el SARS-CoV (2002-2003), MERS-CoV (2012-actualidad). A ellos hay que añadir el reciente SARS-CoV-2, que es el nombre oficial que la comunidad científica le dio al nuevo coronavirus que causa temor en el mundo entero, la última incorporación a la familia de coronavirus. La enfermedad que produce el SARS-CoV-2 es la denominada Covid-19.
Estos últimos tres han llevado a los pacientes a estados notablemente más graves, siempre que el infectado ha estado inmunocomprometido (su sistema inmunológico no funciona adecuadamente) o tenga enfermedades subyacentes, tales como Diabetes Mellitus, Hipertensión arterial, entre otras.
Primer caso. Origen.
Existen referencias de que el primer caso infectado con el nuevo coronavirus se reportó el 17 de noviembre de 2019. Sin embargo la OMS (Organización Mundial de la Salud) declara que es el 8 de diciembre. Hay que tener en cuenta que esta organización mundial se basa en informes oficiales que le proporcionan. El paciente cero (primer caso) sería una persona de 55 años que vive en la provincia china de Hubei, epicentro de la pandemia.
Miembros de la comunidad médica, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron hasta finales de diciembre no se supo que era una nueva enfermedad. Hasta enero de 2020 no se informó oficialmente del brote del virus en la ciudad de Wuhan.
Se han generado un cúmulo de teorías, entre las que destacan el consumo de murciélago o la creación del virus en un laboratorio. La realidad es que a ciencia cierta no se sabe, pero si estuviese relacionada con el animal, hace ya muchos años hubiese aparecido la enfermedad. No es la primera vez que se practica el consumo de animales exóticos como este en elmundo.
Propagación.
Desde el primer caso, la cifra fue aumentando exponencialmente. Para el 15 de diciembre había 27 personas con coronavirus, para finales de 2019, eran 266. El primero de enero la cifra aumentó a 381. Ya hoy, 17 de abril de 2020, existen, globalmente, 2.167.389 infectados y 149.378 muertes por este agente infeccioso. Encabezando los tres primeros puestos se encuentran Estados Unidos, España e Italia, en ese orden.
Puede consultar el Mapa del Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins, en tiempo real, haciendo clic aquí
Diseminación al mundo del coronavirus.
Como se ha reportado reiteradamente por las autoridades sanitarias, el SARS-CoV-2 tiene un período de incubación de alrededor de 14 días, lo cual significa que el hospedero está contaminado, pero aún no ha desarrollado la enfermedad ni sus síntomas y lo está transmitiendo sin siquiera saberlo.
A causa de ello, muchos de los infectados, desconociendo, continuaron su vida con normalidad. Las grandes concentraciones de personas, el transporte urbano, los viajes nacionales e internacionales y todos los medios de contacto físico entre humanos en general, constituyeron las vías de transmisión que, adicionalmente a la alta capacidad de contagio del SARS-CoV-2, le permiten tener presencia en 185 países hasta la fecha, lo cual lo hace constituir una pandemia.
Una pandemia es un brote infeccioso que afecta extensas regiones del mundo, independientemente de su mortalidad. O sea, el hecho de ser una pandemia no tiene relación ninguna con el número de muertes. Por ejemplo, el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), causante del SIDA, constituye una pandemia.
La mortalidad del nuevo coronavirus oscila hasta un 14% aproximadamente (esta última cifra reportada en adultos mayores). Aunque para edades más tempranas se reporta 2,3% como pomedio. Esto quiere decir que, por ejemplo, para una mortalidad del 2,3%, cada 1000 personas mueren 23, para el 14% serían 140 personas cada 1000.
Italia y España
¿Qué significa paciente cero? Así se denomina al primer infectado de una enfermedad recién descubierta.
La importancia de hallar con precisión este dato se traduce en el hecho de poder analizar el historial de contactos y actividades de dicha persona. Esta información permite orientar, con efectividad, los esfuerzos sanitarios y contener la transmisión.
En Italia no se pudo definir esto, por tanto, no se sabía dónde actuar exactamente. Esto afectó duramente el control de la situación por parte de las autoridades italianas.
En España se reportó el primer caso el día 31 de enero, cuando el mundo reportaba 10 000 aún. Se trataba de un alemán hospitalizado y aislado en el Hospital de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Isla de la Gomera. Era uno de las 5 personas que se encontraban en observación al haber estado en contacto con un paciente positivo en Alemania.
El 26 de febrero detectaron, en territorio andaluz, al primer contagio local confirmado.
El 4 de marzo se reportaban 228 casos positivos, repartidos entre 15 comunidades autónomas españolas, y para el último día del mes ya se habían diagnosticado 94 417 pacientes. A día de hoy suman 188 068 diagnosticados y 19478 muertes.
Entre otras causas, las indisciplinas sociales y la falta de actuación a tiempo permitieron el crecimiento acelerado del número de infectados en estos países, lo cual dibujó un escenario funesto.
¿Por qué tantos infectados y fallecidos? La realidad detrás de las estadísticas alarmantes.
Para juzgar el alto número de contagios hay que tener en cuenta la capacidad de diagnóstico del sistema sanitario en cuestión.
No se comporta de igual forma la estadística en un país como España, que venía realizando alrededor de 20.000 test diarios y el día 16 de abril reportó que había duplicado ese número, comparado con Colombia, que a día de hoy debe estar llegando a los 17.000 tests y tiene una población mayor. El Estado de San Pablo (Brasil) tiene un número poblacional muy similar y recién ascendió su capacidad a 5000 por día. Esto son solo algunos de los tantos ejemplos.
Obviamente el país que realiza más pruebas diariamente va a llegar a un número mayor de diagnósticos. El número de infectados es mayor de lo que se reporta en todos los países, debido a que la propagación continúa mientras las instituciones informan
Es prácticamente imposible detener la propagación de una entidad de esta envergadura en las condiciones actuales. La política sanitaria más efectiva en nuestras manos, hasta ahora, es disminuir la velocidad de contagio. Esto va permitir al sistema sanitario asimilar, lo mejor posible, la cantidad de infectados y minimizar las muertes. Todo ello para dar tiempo a los científicos de crear un tratamiento específico. Lo ideal sería una vacuna efectiva y accesible al menos para la mayor parte de la población mundial. En otro artículo del blog de Coonoce hablaremos sobre la vacuna.
Capacidad y colapso del sistema sanitario
El sistema sanitario de cada país, lo logre o no, se diseña para atender los problemas estadísticamente habituales en cada uno de ellos. Es decir, la capacidad de atención y diagnóstico tiene un límite que intenta solventar los acontecimientos convencionales.
Lo que sucede con esta pandemia es el alto número de contagios que provoca. Crea una demanda sanitaria que excede la capacidad de atención médica establecida. Por tanto, se agotan los recursos médicos a una velocidad exagerada y se hace imposible tratar a cada uno de los pacientes de forma efectiva. Sumarle a ello el desconocimiento sobre la nueva enfermedad y su transmisión, la ausencia de un tratamiento específico y la gestión gubernamental no efectiva y/o a tiempo. Además, muchas personas desobedecieron, y aún lo hacen, las medidas informadas por cada país y autoridades sanitarias mundiales.
Cuando esto sucede vemos las imágenes y videos de los hospitales colapsados. Ello conlleva a medidas desesperadas para suplir la demanda sanitaria. En algunas se ven los pacientes en el suelo por la no disponibilidad de camas para ingreso. Algo común es que se agotan los respiradores para asistir a los pacientes que presentan dificultades respiratorias graves. El personal médico habitual no es suficiente para cubrir la demanda que provoca la pandemia. Por estos, y más factores la cifra de muertos se dispara.
He aquí la importancia de acatar las medidas de higiene. La cuarentena es otro de los esfuerzos claves.
Trataremos sobre las medidas más adelante, en otros artículos de la web Coonoce