Rigidez articular: posibles causas y tratamiento

La rigidez articular es un estado en que la articulación no se mueve con la fluidez que debería normalmente. En otras palabras, constituye una sensación de limitación de movimiento.

No se incluye dentro de este término al déficit de movimiento que tienen los pacientes cuando este le provoca dolor.

Es importante recalcar que la rigidez no es una enfermedad, sino un síntoma o signo que puede presentar un paciente ante la existencia de una patología articular de base, haya sido diagnosticada o no.

Causas de la rigidez articular

La rigidez articular tiene diversos orígenes, entre los cuales están:

• Artritis reumatoide
• Otras enfermedades del tejido conectivo.
• Artrosis: de cadera, rodilla, cervical u otra
• Causas traumáticas (por ejemplo: fracturas articulares o como complicación de una Atrofia Ósea Aguda de Sudeck)
• Rigidez muscular
• Malformaciones congénitas
• Osteomielitis

Afecciones en la articulación

La disminución de la amplitud de los movimientos articulares puede deberse a causas intraarticulares o en los tejidos que la rodean (músculos, ligamentos, tendones y/ piel), en este caso se denominan extraarticulares. Lo más frecuente es que sean mixtas, es decir, afecciones tanto intra como extraarticulares.

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¿Cómo evoluciona la rigidez articular?

Esto va a estar determinado por muchos factores, sin embargo, los más importantes son la causa y el momento de aparición.

Si es de aparición temprana, antes o durante el desarrollo infantil o adolescente, las implicaciones pueden ser más graves en algunos casos. Si hay afectación permanente de las estructuras articulares podría derivar en deformaciones y desalineaciones significativas a medida que el individuo crece.

Cuando la rigidez articular aparece una vez terminadas las etapas críticas de crecimiento, las consecuencias suelen ser menos graves.

Sin embargo, todo dependerá mucho del tipo de lesión que sea.

Tratamiento de la rigidez articular

Lo primero y fundamental es detectar la causa de la rigidez articular. Como mencionamos anteriormente, «rigidez articular» no hace alusión a una enfermedad específica, sino a un signo o síntoma del paciente.

Dicho estado es causado por algún o algunos incidentes de base que deben ser identificados y tratados para combatir, entonces, la rigidez de la articulación.

Para esta detección, los médicos, específicamente los traumatólogos, deberán realizar un examen físico al paciente para detectar señales de alguna enfermedad que pueda estar causando la rigidez. Además podrán apoyarse en estudios complementarios como:

• Resonancia Magnética
• Radiografías
• Exámenes de sangre para detectar factor reumatoide, por ejemplo.
• Otros exámenes que se consideren necesarios

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